Metro de Hong Kong
Hong Kong es completamente independiente de China y esto se percibe nada más llegar. Miles de rascacielos conviven con barrios residenciales. Templos tradicionales y tiendas de lujo establecidas en un mismo entorno. Su gente es atrevida, sin censura y cosmopolita y le dan un estilo personal a la ciudad.
En sus calles encontramos fuertes contrastes y la diferencia entre clases está especialmente marcada. Millones de vidas completamente distintas conviviendo en un mismo espacio. El metro de Hong Kong reúne a gran parte de estas vidas en un mismo vagón. En este espacio reducido y atestado en sus horas punta, sus vidas se juntan, pero no se mezclan.